El
escritor presenta su primera novela y plantea una historia local pero a partir
de una narrativa que pretende ser universal
Daniel Espartaco Sánchez acudió a la Feria del Libro Los Mochis 2012 a
presentar dos historias: Gasolina, sobre un joven
aspirante a escritor que luce como un viejo, está divorciado y termina en una
persecución en lancha a toda velocidad; y Autos
usados: una novela sobre Elías, hijo de una familia de ex comunistas, cuyo
sueño es comprar un automóvil usado y huir a la tierra prometida, Amarillo,
Texas.
El escritor
originario de Chihuahua con su narrativa se revela ante un estilo de escritura
propuesto en el norte; escribe una historia de amor ubicada en el contexto y
con personajes norteños pero de manera formal; lo que significa un gran reto
para él.
Por una parte, el
protagonista de Autos usados pertenece
a una generación que vivió la adolescencia en el norte de México durante los
noventa, los años felices de la economía, cuando comenzaba la efervescencia del
modelo maquilador y el ascenso de la cultura del narcotráfico.
“Mi propuesta es
escribir en un español mexicano que sea entendible para todos”, dijo Daniel
Espartaco Sánchez, quien intenta volver universal lo cercano con una escritura
con temas norteños, pero alejado de la jerga que los escritores de la región
han impuesto en la década pasada.
El narrador contó que cuando se escribe
ficción se van encontrando los episodios importantes y se les va dotando de
significados. Sobre el origen de Autos
usados aclaró: “Yo crecí en una colonia de Infonavit de los años 70 y en el
medio en el que vivíamos ser naco era una salida fácil”. Aclaró que la historia
surgió inspirado en hechos de su vida, pero estaba muy ajeno de tener
conciencia de la violencia que escondía el estado de Chihuahua, la cual está
presente en su escritura.
Daniel leyó
pasajes de su historia y reveló que Elías, su personaje central, sueña con
llegar a la frontera y además llevar a su novia hasta Texas a abortar y es para
eso que requiere un auto usado.
“¿Que quería yo
hacer con mi vida?... cuatro, ruedas un motor, un equipo de sonido, un auto
americano, un automóvil usado… los verdaderos hombres… compraban de contado
aquellas maravillas...”, leyó para concluir Espartaco Sánchez.
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