lunes, 12 de noviembre de 2012

Daniel Espartaco "vende" Gasolina y Autos usados en la Feria del Libro



El escritor presenta su primera novela y plantea una historia local pero a partir de una narrativa que pretende ser universal

Daniel Espartaco Sánchez acudió a la Feria del Libro Los Mochis 2012 a presentar dos historias: Gasolina, sobre un joven aspirante a escritor que luce como un viejo, está divorciado y termina en una persecución en lancha a toda velocidad; y Autos usados: una novela sobre Elías, hijo de una familia de ex comunistas, cuyo sueño es comprar un automóvil usado y huir a la tierra prometida, Amarillo, Texas.
El escritor originario de Chihuahua con su narrativa se revela ante un estilo de escritura propuesto en el norte; escribe una historia de amor ubicada en el contexto y con personajes norteños pero de manera formal; lo que significa un gran reto para él.
Por una parte, el protagonista de Autos usados pertenece a una generación que vivió la adolescencia en el norte de México durante los noventa, los años felices de la economía, cuando comenzaba la efervescencia del modelo maquilador y el ascenso de la cultura del narcotráfico.


“Mi propuesta es escribir en un español mexicano que sea entendible para todos”, dijo Daniel Espartaco Sánchez, quien intenta volver universal lo cercano con una escritura con temas norteños, pero alejado de la jerga que los escritores de la región han impuesto en la década pasada.
 El narrador contó que cuando se escribe ficción se van encontrando los episodios importantes y se les va dotando de significados. Sobre el origen de Autos usados aclaró: “Yo crecí en una colonia de Infonavit de los años 70 y en el medio en el que vivíamos ser naco era una salida fácil”. Aclaró que la historia surgió inspirado en hechos de su vida, pero estaba muy ajeno de tener conciencia de la violencia que escondía el estado de Chihuahua, la cual está presente en su escritura.
Daniel leyó pasajes de su historia y reveló que Elías, su personaje central, sueña con llegar a la frontera y además llevar a su novia hasta Texas a abortar y es para eso que requiere un auto usado.
“¿Que quería yo hacer con mi vida?... cuatro, ruedas un motor, un equipo de sonido, un auto americano, un automóvil usado… los verdaderos hombres… compraban de contado aquellas maravillas...”, leyó para concluir Espartaco Sánchez.


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